En la Ciudad
de Buenos Aires, ahora mismo, en ésta madrugada, se disputan el cielo la Luna y el Lucero. Ella le ha
hecho un guiño, la he visto. Los dos brillan con abundancia, con refinamiento.
Entre tanto, sobre la noche, la
Primavera se está animando a asomarse. Según se demora,
cuentan las aves y los grillos, que se ha ataviado como nunca: los zarcillos,
se los ha regalado el Sol, y los tacones el Bosque. Aun no la vemos a pleno,
sólo la hemos intuido… pero les aseguro, que si trae muchas noches como ésta,
será la madre de muchos amores.
Yo, entretanto, iré viendo cómo me visto.
©® Susana Inés Nicolini
Yo, entretanto, iré viendo cómo me visto.
©® Susana Inés Nicolini
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