un espacio para los que viven sin manual

sábado, 1 de octubre de 2011

Al triste





Ahí está lo que fue: la terca espada 
del sajón y su métrica de hierro, 
los mares y las islas del destierro 
del hijo de Laertes, la dorada 
luna del persa y los sin fin jardines 
de la filosofía y de la historia, 
el oro sepulcral de la memoria 
y en la sombra el olor de los jazmines. 
Y nada de eso importa. El resignado 
ejercicio del verso no te salva 
ni las aguas del sueño ni la estrella 
que en la arrasada noche olvida el alba. 
Una sola mujer es tu cuidado, 
igual a las demás, pero que es ella.


Jorge Luis Borges



6 comentarios:

  1. Lo mejor para cuidar de la vida de un hombre: una mujer; su mujer, a la que siempre vuelve tras las proezas.

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  2. Garcibáñez: exactamente como lo decís. Esa mujer, a la que el hombre siempre vuelve tras "las proezas". Lo dijiste en dos lineas tan efectivo como lo puede decir todo un libro.
    Gracias por pasar y comentar. Un abrazo

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  3. Bellísimo. Gracias por compartir estas pequeñas delicias.

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  4. me gusta tu blog tu musica y tus letras

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  5. Abrir tu espacio es encontrarse siempre con alguna pincelada de belleza. Gracias, Susana. Un abrazo desde Asturias.

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